Las correas y los seguros del aparato ya no funcionan. Foto Eduardo Alvarenga
Ella reside en Las Marías 2 de Nejapa, tiene 45 años y vive con su esposo, sus dos hijos, su padre y su suegro, ambos de la tercera edad. A pesar de la discapacidad física, es la única que se encarga de las labores del hogar.
“No tengo fuerza en una pierna y en la otra es poca. No puedo subir gradas porque no tengo fuerzas, si me agacho no me puedo levantar, es difícil para mí” cuenta.
Ella espera que haya una persona o institución que le pueda ayudar con los aparatos que necesita porque en la familia el único ingreso que tiene lo facilita su esposo y no es suficiente ni para la comida. Él se dedica a la siembra y riego de los cañales.