El 25 de mayo de 2020, el Congreso de los Diputados aprobaba la
nueva ley del teletrabajo. Las circunstancias de entonces obligaban a sacar adelante con premura una norma que regulara con el mayor rigor posible una forma de trabajo que en España, hasta entonces,
solo se practicaba de manera incipiente y que la pandemia había forzado a extender exponencialmente.
Veníamos del confinamiento más severo y, después de varias semanas de intensa negociación del Gobierno con la patronal y los sindicatos, se pactó un documento que, en lo fundamental,
obligaba a las empresas a dotar de medios, equipos y herramientas a quienes trabajaran desde casa y se aumentaba la capacidad sancionadora de la inspección de trabajo para evitar abusos. Esa ley señala que