A fines del mes pasado, en la plaza Mazari en la Colonia Reforma de Oaxaca, a la salida de uno de los restaurantes del lugar, una señora mayor, de nombre Silvia López, no distinguió un pequeño escalón que se encuentra a la salida del restaurante, pierde el equilibrio y cae sin poder meter las manos, se golpea el rostro contra uno de los topes que sirven para detener las llantas de los autos estacionados.