Es probable que, para gran parte de la sociedad, cualquier lugar es auspicioso y asequible para estudiar y aprender. Se puede alegar que el sitio o entorno donde te encuentres o que esté disponible, no afecta tu aprendizaje. Si trasladamos este razonamiento a la realidad del sistema educativo en Panamá, los acontecimientos actuales en medio de la pandemia de la Covid 19 y los del pasado reciente, nos dejan claros que contar con aulas y espacios de aprendizaje en condiciones óptimas y con servicios públicos confiables y de calidad son determinantes para garantizar el derecho a la educación. El estado físico de los centros educativos incide directamente en el desempeño de los alumnos.