Seido,
Jessica Johanna manejaba un perfil bajo en círculos sociales que la reconocían como empresaria en Jalisco, dedicada a la renta de inmuebles y al sector de alimentos. La Negra , como la identifican las autoridades mexicanas y de Estados Unidos, confió sus finanzas en una persona que sería clave para que las autoridades la identificaran.
La detención de una de las personas más cercanas a ella llevaría al gobierno mexicano y a la Administración para el Control de Drogas (
DEA, por sus siglas en inglés) a descubrir las operaciones ilícitas que se escondían, a través de distintas empresas fachada que eran utilizadas para lavar dinero ilícito del