Gabriela Mistral se integró a la nobleza literaria al obtener el Premio Nobel de Literatura en 1945. Esta vez la recordamos a propósito del centenario de la creación de la Secretaría de Educación Pública, cuyo primer responsable José Vasconcelos invitó a la autora chilena, a fin de realizar un libro educativo para niñas. Sara Sefchovich revisa que, en efecto, durante los años veinte Mistral armó una antología de corte pedagógico y moral, acorde con su visión de “lo femenino”. En ese marco, el texto que publicamos se presentó recientemente en El Colegio Nacional, en la mesa “Arte y revolución: Presencia y voz de las mujeres”. | El Cultural | larazon