Que las previsiones económicas no son tan halagüeñas como nos había hecho creer la vicepresidenta Calviño y que los ERTE no dejan de ser un paliativo para los que no logran recobrar su emple .
Nadie preguntó si la nueva reducción de impuestos iba a conseguir el milagro de que familias y empresas paguen lo mismo este año que en 2018.Y, como nadie pregunta, las promesas del presiden .