El cuadro interista al que pertenece quiere realizarle la exploración que resuelva la incógnita acerca de la causa que provocó su desvanecimiento y a partir de ahí tomar una decisión. Después de su incidente el pasado 12 de junio, Eriksen necesitó de una reanimación cardiopulmonar para recobrar la consciencia y, tras varios días hospitalizado, fue sometido a una intervención quirúrgica. Ahora, el danés cuenta con un desfibrilador cardioversor instalado en su cuerpo y que resulta incompatible con el reglamento de la Serie A. El impedimento del fútbol italiano Es por ello que desde la federación italiana ya han avisado de que no harán un alto en este caso y, en boca de su miembro en el comité científico Francesco Bolsonaro, abren la puerta a otra vía. "Si al jugador se le quita el desfibrilador, confirmando que la patología se puede resolver, entonces puede volver a jugar en el Inter", aseguraba en la radio napolitana Kiss Kiss.