El pueblo comprende dos distritos (Portillo y Arrabal) y cuenta con un valioso tesoro que el pueblo ha sabido guardar durante siglos. El milenario arte de la alfarería. Desde 1750 destacaban ya los artesanos que formaron parte de una industria clave durante el siglo XX, aunque la proyección se hizo evidente en los años cincuenta, pues existían más de medio centenar de alfarerías donde se elaboraban con mimo piezas únicas entre las que destacaba el pote, una vasija especialmente diseñada para recoger la preciada resina de los abundantes pinos existentes en su entorno. A la izquierda, uno de los puestos de venta de la Feria del Ajo y Feria Portillo Medieval, que se celebra en mayo. Al lado, procesión de Santa María La Mayor.