De un día para el otro todo cambió. El cierre de listas para las PASO dejó en Mar del Plata ganadores y perdedores, dirigentes felices y otros preocupados. Mucha tela política para cortar tras el frenético y lluvioso sábado que se convirtió en antesala de lo que se vivirá en setiembre. El viernes, en el oficialismo se multiplicaban los rostros de preocupación. El PRO y la UCR no lograban consensuar una lista local de unidad teniendo en cuenta el peso político provincial y nacional de sus referentes vernáculos, tales los casos del intendente Guillermo Montenegro y Maxi Abad, quienes no desconocían que debían aportar con sus votos a las candidaturas de Diego Santilli (PRO) y Facundo Manes (UCR). En la oposición, en el Frente de Todos, era todo tranquilidad. La lista de candidatos locales estaba definida y sellada a las presiones, y se veía como un hecho alentador, electoralmente, la hipotética pelea de Juntos que inexorablemente dejaría heridos. Sin embargo, en la noch