“modelos fitness” que usaba cuentas de
Instagramcomo fachada. Tenían un centro de operaciones en
Río de Janeiro y un grupo de
WhatsApp donde se burlaban de las víctimas.
Anna Carolina de Sousa Santos era una influencer glamorosa que se mostraba haciendo ejercicio en la playa, compartía fotos en fiestas lujosas o arriba de un yate en las costas de
Brasil. Eso fue hasta que la semana pasada, la policía de
Río de Janeiro se la llevó presa junto a otras cuatro amigas por malversación y organización delictiva.
En Instagram, la mujer que tiene 32 años y más de 13 mil seguidores se describía como