La Prensa forma parte de Como si fuera poco que nuestra educación básica y media es terriblemente mediocre –salvo contados casos– la educación universitaria pública y privada también deja mucho que desear, al menos en una carrera tan especializada como la abogacía. El presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) documentó lo mal preparados que están los aspirantes a abogado. Para ello, usó estadísticas de los seminarios de inducción –que miden los conocimientos mínimos y la ética profesional de los futuros juristas– que imparte el Instituto Superior de la Judicatura de Panamá. Aunque reprobar el curso no detiene el trámite ni es requisito para obtener la idoneidad, sí revela la escasa preparación académica, pues poco más del 50% de los estudiantes no pasó el curso. Según el alto funcionario,