La Iglesia en manos de Lutero Cosas raras se venían viendo al interior del club Puebla, salidas de jugadores importantes sin repuesto, un DT que dejó de tomar llamadas y que según me platican, ya solo se dedica a jugar golf todos los días y que la soberbia llegó para quedarse. PUBLICIDAD Cosas raras se venían viendo al interior del club Puebla, salidas de jugadores importantes sin repuesto, un DT que dejó de tomar llamadas y que según me platican, ya solo se dedica a jugar golf todos los días y que la soberbia llegó para quedarse.