Apenas 200 afortunados pudieron ver a la familia real horas de espera. Por motivos de seguridad, solo un grupo muy reducido de personas -unas doscientas- pudo ver de cerca a la familia real a su llegada a Santiago. Para ello, tuvieron que esperar desde primeras horas de la mañana, pero el esfuerzo mereció la pena al ser los únicos que lograron inmortalizar en sus móviles la histórica visita de ayer, que reunió por primera vez en Compostela a los reyes y sus dos hijas con motivo de la Ofrenda al Apóstol. Felipe VI, al acabar la reunión del Real Patronato en el Hostal, sobre las 18.30 horas, se acercó hasta la zona acordonada para saludar desde una prudente distancia a los ciudadanos que le vitoreaban llevándose la mano al corazón. El despliegue policial fue impresionante desde la jornada anterior y toda la ciudad quedó blindada por la acción de más de cuatrocientos agentes, muchos de ellos procedentes de fuera de Galicia. D. P