Se estrecha el cerco. El Grupo de Homicidios de Palma, en colaboración con la Policía holandesa, está ultimando las detenciones de los ocho fugados de Mallorca tras la paliza mortal a un compatriota en la Platja de Palma. Carlo Heuvelman, de 27 años, falleció tras ser golpeado sin motivo y después de que uno o dos turistas le patearan en la cabeza, cuando ya estaba en el suelo. En las últimas horas los sospechosos, que son jóvenes de familias con alto nivel adquisitivo, han contactado con «un ejército de abogados», para intentar evitar la extradición a Palma, ya que temen que las leyes españolas sean más duras que las de su país. Los letrados con los que han contactado, algunos de la Isla y otros de su país, son primeras espadas, muy conocidos.