La cumbre de ministros de finanzas y banqueros de los países miembros del G20 logró avances ayer en Venecia en el debate para imponer un impuesto a las multinacionales y acabar con los paraísos fiscales y el “dumping fiscal”.
Se trataría de establecer un impuesto mínimo global de al menos el 15% sobre los beneficios de las multinacionales, lo que podría cambiar radicalmente la arquitectura actual de la tributación internacional.
Bajo la presidencia italiana, los ministros de los diecinueve países más ricos del mundo y de la Unión Europea se han reunido por primera vez desde que se propagó la pandemia de coronavirus. La última vez fue en febrero de 2020 en Riad, poco días antes de que se detectaran los primeros brotes en Europa.