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Francisco Vigo / EFE¿Qué visión tiene?
Durante la campaña de la segunda vuelta, ya forzado a exponerse ante medios críticos, analistas y ciudadanos exigentes, Castillo evidenció su hostilidad hacia algunos fundamentos de las
democracias liberales.
Pese a prometer por escrito que no vulnerará ningún precepto constitucional, para muchos peruanos persisten las dudas sobre las críticas que ha hecho a instituciones como el T
ribunal Constitucional, la Defensoría del Pueblo o la misma separación de poderes.
Lo que realmente lleva Castillo como bandera, bajo el lema "no más pobres en un país rico", es la derogación de la Constitución vigente desde 1993, creada por Alberto Fujimori (1990-2000) y abiertamente neoliberal, y la creación de otra donde el Estado tenga mayor cabida como proveedor de servicios e impulsor de la economía.