La legislatura llegará a su fin, por más que el líder de la oposición esté reclamando elecciones desde que algunas encuestas le auguran buenos resultados (ojo con el «error Rivera»). El Presidente Sánchez no tiene ningún incentivo para adelantarlas y varios para agotar una legislatura en la que una mayoría amplia le ha ido respaldando las diferentes leyes que ha llevado al Parlamento a pesar de que, a veces, como esta semana, pase apuros fruto más de su arrogancia que de su debilidad, porque los socios tampoco tienen alternativa. Los dos años restantes serán mucho mejores que los dos últimos, con una pandemia en clara retirada conforme avanza el proceso de vacunación (más de la mitad de la población ya tenemos la pauta completa) y el rebote de la economía, que sigue a toda caída como la experimentada en 2020 por el virus, será presentado, dato a dato, mes a mes, como una recuperación «histórica», ayudando a calmar el tenso clima social actual. Así pues, tendremos municipales y autonómicas en mayo de 2023 y, a finales de ese año, bajo presidencia española de la UE, elecciones generales. Con ese escenario central, reafirmado por el reciente cambio de gobierno, ¿qué podemos esperar que ocurra, en el ámbito económico, en lo que queda de legislatura?