(Fotos: Manuel López)
San Salvador Atenco.- Desde el fondo de una grieta en los ejidos colindantes al extinto Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (
NAICM), Don Jorge, de 73 años, aún recuerda lo que fue el esplendor del Lago de
Texcoco.
"Pescado blanco, amarillo, acocil, ranas y ajolotes eran animales que se daban aquí en estos lagos, pero que ya todo se perdió", dice.
Hasta hace unos años, en esta zona en el oriente del Valle de México, los comuneros de San Salvador Atenco y sus alrededores podían encontrar alimento para sostener las largas jornadas en el campo.