Esta vez no fueron los funcionarios más leales a Alberto Fernández sino aquellos más próximos a Cristina y Máximo Kirchner quienes firmaron el acta de defunción del proyecto para estatizar la Hidrovía del Paraguay-Paraná, que empuja el sector más radical del armado oficialista. “ Son balas perdidas. Son tiros al aire que no responden a una línea ni al pensar de nadie en el Gobierno ni de Cristina Kirchner”, sostuvo una fuente calificada de La Cámpora. Se refería así a los dirigentes más identificados con la vicepresidenta que reclaman la nacionalización de la principal ruta fluvial por la que salen el