Actualizado 02:22 Pedro Sánchez ha vuelto a virar ante el riesgo de descarrilar. Ha cerrado una etapa en la que la pandemia le rompió la cintura, para emprender una nueva de algo más de dos años en la que le será vital frenar la cotización a la baja desde el batacazo del 4-M y la apuesta definida oficialmente “de Estado” de la concesión de los indultos a los líderes del “procés”. Y para lograrlo ha revolucionado el ala socialista del Consejo de Ministros, rejuveneciéndolo con un cambio de caras, mujeres procedentes de distintas federaciones, algunas del municipalismo.