Al saltar al césped, Venezuela se mostró mucho más sólida sobre el terreno de juego que en los partidos anteriores gracias a la incorporación de los futbolistas contagiados y a pesar de tener a Soteldo en el banquillo en la primera parte.
Pese a pecar de falta de profundidad, La Vinotinto hiló varias jugadas y mantuvo el balón en sus pies con mucha más rotundidad que en los tres partidos anteriores y disfrutó de su mejor ocasión en el minuto 17, cuando Jefferson Savarino lanzó un potente disparo que el arquero Pedro Gallese despejó pero no atajó.