Pfizer o Perón Durante un año el Gobierno convirtió al laboratorio en un nuevo enemigo simbólico y transformó un tema sanitario en una supuesta defensa de soberanía. El relato terminó el jueves. Acorralado por las encuestas y con la incertidumbre por las segundas dosis apuró una marcha atrás indisimulable. Alberto Fernández saluda con sus dedos en V acompañado por Axel Kicillof. Las más leídas 3 4 De modo insólito, y como sólo parece posible en esta geografía, en el último año el Gobierno convirtió a un laboratorio en un nuevo símbolo de su supuesta lucha nacional y popular. Lo que empezó de modo confuso como la imposibilidad de acordar con Pfizer derivó en la construcción de un