Parafraseando a Sandro Giacobbe en su ‘ Jardín prohibido’, podríamos escribir aquello de: “Lo siento mucho, la vida es así, y no la he inventado yo”. Pero no, la vida no es así; cierto es que no la hemos inventado nosotros, que ya estaba aquí cuando llegamos -incluso cuando llegaron los ‘adanistas’ de Podemos al Gobierno ya estaba casi todo inventado, aunque ellos no lo supieran-. Sin embargo, la vida la hacemos nosotros así con nuestras decisiones, que es muy distinto a poner cara de pasota y encogerse de hombros, mientras le echas la culpa al chachachá o al anticiclón de las Azores. La vida es según la vamos construyendo con las decisiones que tomamos cada día y, sobre todo, cada cuatro años, cuando decidimos depositar una papeleta u otra en