Solo había una cosa que
Mala Rodríguez no quería que saliera en sus memorias: la palabra pandemia. «Me molesta, no quería hablar de la mierda que ha pasado este último año. A todos nos ha afectado, en mi caso tengo familiares que trabajan en hospitales. Ha sido horrible, una movida de ultratumba». Al final salió, cuando en las últimas páginas explica que la cuarentena obligó a la Mala, la artista, a tener que convivir con María Rodríguez Garrido, la mujer de 42 años y madre de tres hijos.
Cómo ser Mala (Temas de Hoy) es ese diálogo entre ambas, una ventana por la que asomarse a una personalidad tan fascinante como, hasta ahora, enigmática y desconocida. Un pasadizo secreto que conduce a la